María Montessori italiana y entrenadora de niños nos cuenta de variedad de métodos para formar a los niños de 3 a
5 años y sugiere usar los juegos educativos que no requieren ningún
inventario especial o complicados. En dichos juegos se puede
utilizar lo que tengas a la mano: frascos con tapas, pinzas para
colgar la ropa, productos sólidos o juguetes hechos
a mano. Lo más importante es no dejar al niño sin
supervisión cuando se interactúa con los objetos pequeños.
Divine Shus recupero entre ellos los
siguientes:
- Toma
algunas botellas, tarros, frascos de diferentes tamaños, quítales las
tapas, mézclalas y ofrécele a tu niño escoger las tapas
adecuadas para cada envase y taparlo de nuevo.
- Toma
una esponja y jabón y lentamente muéstrale a tu hijo
cómo se deben lavar los platos; luego deja que él haga
lo mismo.
- Esparce
algunos granos o cereal, toma un recogedor y una escoba
y barre junto con el niño para enseñarle cómo se hace.
- Derrama
agua y luego invita a tu hijo a que limpie
y seque el piso junto a ti.
- Toma
algunos botones, agujetas y ganchos. Fabrica con estos elementos, por
ejemplo, algún conejo y una zanahoria, sujétalos juntos usando
un cordón o un gancho y ofrécele al niño «darle
la zanahoria al conejito». Para poder hacerlo, el niño
primero tendrá que encontrar la manera de separar los dos
objetos.
- Toma
trapos de diferentes texturas -seda, algodón, lana-. Habla con
el niño sobre esto: cómo se sienten los trapos, si son
ásperos, suaves, resbaladizos, etc. Sugiérele que elija pares
de texturas similares.
- Pon
algunos objetos pequeños (tales como botones, mosaicos, bolitas, etc)
en un frasco con agua, y dile al niño que los saque
usando una cuchara.
- En una
bolsa guarda de 8 a 10 objetos que el bebé ya conozca
(una cinta, un lápiz, un peine, un juguete, etc.).
Él debe sacar con los ojos cerrados los objetos
de la bolsa, uno por uno y nombrarlos. A continuación,
puedes complicar la tarea un poco: agrupa los objetos según
la primera letra de su nombre. De esta manera
el bebé desarrolla sus sensaciones táctiles y al mismo
tiempo aprende a identificar las letras del alfabeto
y a distinguir los sonidos en las palabras.
- Necesitarás
2 platos, una esponja y una regadera para el jardín. Vierte
agua en un plato y juega con el bebé a llevarla
al otro plato (absorber con la esponja el agua del primer
plato, exprimirla en la regadera, repetir esto hasta que
el primer plato esté vacío y luego llenar el segundo plato
usando el agua de la regadera).
- Perlitas
y cajas. Mezclas las perlitas y le pides al bebé
organizarlas (según su tamaño o su color)
en diferentes cajas. Primero emplea sólo dos cajas,
y sucesivamente le vas agregando una cajita más dificultándole
al bebé la tarea.
- Unas
perlitas, una ranura (la puedes hacer de una manguera)
y un plato. Usando la ranura baja las perlitas
al plato. Puedes hacer una competencia con el niño: cuál perlita
llegará más rápido al plato.
- Origami.
Doblar, romper y manejar el papel desarrolla la destreza
manual y la motricidad fina del bebé. Al mismo tiempo,
el origami desarrolla la imaginación espacial, enseña
a hacer diseños y fomenta la creatividad.
- Bolsas
con pesos de 1, 2 y 3 kg con una cuerda. El niño las
debe ir arrastrando. Esto desarrolla la fuerza
y la resistencia en las manos y las habilidades
motoras gruesas.
- Ensartar
en un cordón cualquier objeto que tenga un agujero.
- Unos
clavos de madera y un martillo. Los pueden clavar
en arcilla blanda o en plastilina.
- Un frasco
con varios agujeros en su tapa: a través de ellos
puedes echar adentro botones, perlitas, bolitas de goma
o cualquier otro objeto pequeño.
- Las
bolsitas con frijoles: los puedes esparcir sobre la mesa
y clasificar los granos. Igual, puedes esconder en esas bolsitas
algunos juguetes pequeños y pedirle al bebé que los encuentre.
- Clavar
chinchetas en espuma de polietileno.
- Moldes
para hacer hielo, pinzas, perlitas o frutitas. Con los bebés menores
de un año usa solo las frutas de tamaño pequeño.
- Sienta
al bebé en una silla, y esparce sobre la mesa
la harina, deja que cree dibujos ya sea con un dedo,
un palito o un cepillo.
- Una
bandeja, harina y frijoles, un tamiz. Deja que el bebé
encuentre los frijoles escondidos en la harina y los ponga
en un frasco. Le puedes enseñar cómo se usa
un tamiz.
- Una
pequeña caja sin tapa y pinzas de la ropa.
Si el bebé es muy pequeño, sujeta las pinzas
de la ropa por el perímetro de la caja, para que
él las vaya quitando. A los más grandes también les puedes
enseñar cómo abrochar las pinzas en la caja.
- Un imán
(preferiblemente de mayor tamaño) y objetos distintos (metálicos
y no). El bebé va a comprobar cuáles de ellos
se pegan al imán.
- Un recipiente
de plástico con agua, una gota de jabón líquido
y un batidor. Deja que el bebé «bata» la espuma.
- Tres
recipientes de diferentes diámetros y sus tapas. Deja que
el bebé seleccione la tapa correcta de cada recipiente.
También puedes apilar los recipientes uno dentro del otro.
- Si utilizas
un lavavajillas puedes permitirle al bebé sacar las cucharas
y los tenedores de la cesta, pero ten cuidado con los objetos
afilados.
- Un vaso
de plástico alto o una jarra con agua, diversos objetos
pequeños: nueces, granos, tuercas, objetos de plástico, corchos,
bolitas de papel de aluminio, etc. Mientras que el bebé
echa los objetos uno por uno al agua y observa cuáles
de ellos se hunden, le puedes ir explicando
el concepto de «pesado/ligero».
- Usa
unas revistas o unos periódicos viejos. Puedes romperlos
en tiras o pedazos, así se desarrollan la correlación
de movimiento de la mano y el agarre. Pero
primero le tienes que enseñar cómo hacerlo bien: agarras la hoja
con los dedos de las dos manos y luego la estiras
a diferentes lados. Al final, puedes lanzar las piezas con las
palabras: «¡El otoño ha llegado!», y luego recoger los pedazos
juntos.
- La plastilina
al rescate. No es necesario esculpir algunos objetos
en serio. Para empezar, deja que el bebé aplaste
la plastilina con los dedos. De esta manera se auto
masajean los dedos y las manos, y también se desarrollan
los músculos. Luego pueden hacer una tortilla y clavar en ella
todos los objetos pequeños que estén a la mano (perlitas,
piedritas, legumbres, etc.).
- Atarse
las agujetas, abrir y cerrar las cremalleras, los velcros; todo esto
es muy útil. Existen muchos juguetes que utilizan esta técnica. Pero
también puedes prescindir de ellos. Es suficiente agarrar
un montón de ropa y hacer una búsqueda exhaustiva con
el bebé. Puedes aprovechar para seguirle explicando las texturas.